Sacá tus cosas de Internet y traelas a esta dimensión

Una carta para los artistas visuales que nacieron en las redes sociales

Martín Hoare
7 min readFeb 18, 2017

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¿Eres quizá el tipo de chico -o chica- que nunca para de crear contenido para su cuenta de Instagram pero que, sin embargo, never in his/her life ha compartido tal contenido en el terreno físico? Ok, choca esos cinco! Soy de ese mismo tipo y estoy acá para animarte a tomar coraje para compartir tu magia con una comunidad no estrictamente virtual.

Sin dormir. Sin incluso importar lucir como un zombie a la mañana siguiente en el trabajo. Igual que la luna sorprende a un hikikomori, muchas noches me encontraron despierto. No jugando videojuegos, aunque sí dibujando sin parar a cambio de nada relacionado con el dinero. Una suerte de hobbie que me permitió expresar lo que sentía y compartir esos sentimientos en una app móvil llamada Instagram.

Nada nuevo

Un medio digital desde donde compartir material visual no es un asunto nuevo. A comienzos de los 2000’s, Fotolog emergía en Argentina como la primera herramienta social realmente masiva, un escenario virtual donde los usuarios tuvieron la oportunidad de expresarse a sí mismos al definir visualmente su identidad. No está en mis planes empezar a hablar aquí de tribus urbanas, looketes de pelo o teorizar sobre selfies; por el contrario, quiero referirme a todos aquellos por fuera de tal tendencia. Tal como los blogs tradicionales lograron hacerlo con la palabra, Fotolog dio el protagonismo a la imagen: la gente empezó a crear material visual especialmente preparado para ese medio.

Alto revival, verdad? Aunque quizás sólo tengamos esta imagen en mente, Fotolog fue también el lugar donde artistas visuales del futuro comenzaron a probar haciendo y compartiendo.

Al mismo tiempo, Flickr, la herramienta social emblemática de Yahoo, emergía como la alternativa para fotógrafos profesionales y amateur que iba a disponer de un lugar desde donde mostrar la forma increíble en que interpretaban el mundo. ¿Alguna vez te pasó de encontrar ilustraciones en Flickr? Bueno, quizás yo era uno de esos usuarios extraños que estaban acostumbrados a compartir dibujos o collages con una pesada carga de tratamiento digital encima -lo siento chicos, esto en ese momento era LA MODA-.

Antes y después, A la izquierda, un dibujo mío durante la era Fotolog. A la derecha, un dibujo mío del año pasado que publiqué en mi Instagram. La invariable: el humano y su mascota.

De repente, internet se convirtió en un lugar lleno de caca pero, a la vez, dio espacio a una nueva generación de artistas visuales alrededor del mundo que se volvieron fuertes y se conocieron a través del uso de websites sociales.

Los usuarios de Fotolog y Flickr empezaron a construir círculos sociales desde donde unos admiraban el trabajo de otros, y viceversa. Era común para los usuarios de estas herramientas felicitar o alentar a sus colegas con comentarios de aprobación e incluso reuniones en la vida real que solían caracterizarse por salir a explorar el mundo caminando las ciudades con una cámara en mano.

Alguien a quien admirar. El trabajo de artistas locales y extranjeros como Gojoa (izquierda), Azul Portillo (centro) y Adam JK (derecha) se transformó en una inspiración muy grande para mi, no solo admirando su trabajo visual sino y fundamentalmente, adorando los mensajes detrás de ellos.

Todos somos artistas

De ese momento en adelante, aparecieron muchas herramientas sociales nuevas, y la gente hizo uso de sus funcionalidades a la vez que tales herramientas aprendieron de ellos alcanzando formas innovadoras de compartir e interactuar con contenido visual -y audiovisual-.

Artistas reconocidos tuvieron la chance de aparecer en redes sociales para acercarse a sus seguidores. De manera sorpresiva, el trabajo increíble de artistas icónicos como Stanley Donwood empezó a aparecer en Instagram para el deleite de los usuarios, mientras que otros artistas increíbles hicieron uso de las plataformas sociales como un portfolio permanente desde donde conectar con audiencias masivas. Por otro lado, el mundo vio a un monstruo llamado YouTube dar a luz a futuras súper estrellas como Justin Bieber y Lana del Rey.

YouTube hizo que artistas desconocidos pudieran mostrar su talento en internet. ¿Qué me contursi, Justin?

Estos últimos, que eran desconocidos en esa época, empezaron jugando, divirtiéndose y experimentando con video y música. Lo mismo aconteció a fotógrafos, ilustradores y diseñadores que independientemente de tener una formación académica en mano o no, empezaron a compartir su trabajo en Fotolog, Flickr, Instagram, o incluso Tumblr. Ellos vieron evolucionar su propio trabajo a lo largo del viaje, convirtiéndose en mejores versiones de sí mismos.

Si sos uno de esos, estoy acá para decirte que mires lo que tenés hecho; ¿Cuántos dibujos o fotos hermosas tenés “colgando” en galerías virtuales? ¿No pensás que es tiempo de traer estas cosas a la vida real?

No esperes a ser una persona exitosa y consagrada para considerarte un artista. Probablemente ya lo sos. ¡Andá por todo!

Las 3F

A la palabra “follower” vamos a agregar 3 Fs más: “friends”, “fans” y “familia” siempre han estado en el medio digital desde que internet se volvió masiva -probablemente sos o hayas sido uno de esos que prefiere mantener sus cosas fuera de tíos y tías-.

Probablemente incluso hiciste amigos virtuales que fueron en un momento seguidores extraños que likeaban tu trabajo o viceversa y con los que empezaste a relacionarte por internet, pero que, probablemente, nunca conociste en persona.

Si traés tu trabajo a la vida real y organizás una muestra -en cualquiera de las incontables formas que el concepto de muestra puede ser entendido y representado- estarás listo para experimentar los sentimientos más extraordinarios. En cada etapa del proceso pensá en tus amigos, seguidores y familia -esta última F, bueno.. es opcional-.

Amigos la noche antes de mi humilde muestra de arte.

La magia aparece cuando te das cuenta que un puñado de corazones virtuales jamás se compararían con sonrisas, ojos brillantes y abrazos reales de la gente que gusta de tu trabajo.

Adoptá el desafío de hacer público tu trabajo a tus seguidores en un espacio real y buscá sólo una cosa: hacerles experimentar sentimientos especiales al momento en que se encuentren con tu obra.

Algunos tips

El año pasado con una pequeña ayudita de mis amigos tomé coraje y organicé mi primer muestra de arte en la casa de un amigo. Acá algunos tips que me funcionaron y que quizás te motiven a hacer realidad lo tuyo.

Empezá por lo simple y humilde: no esperes hasta obtener el permiso de una galería de arte de alta reputación que incluso podría hacerte sentir bajo presión en tus esfuerzos por generar una muestra a la altura de las circunstancias. Organizá una reunión en la casa de algún amigo o bien en alguna sala de un centro de arte barrial o de la zona. Disfrutá de todo el proceso premitiéndote también ser imperfecto.

Pensá en cómo querés tus invitados se sientan: no trabajes necesariamente con un concepto disparador, pero sí trabajá sobre los sentimientos: ¿Cuál es el mensaje detrás de tu muestra?; ¿Como querés que la gente interactúe con el espacio?; ¿Cómo querés hacerlos sentir? Buscá el significado escondido o manifiesto en todo tu trabajo previo, reflexioná alrededor de él, creá una historia a partir de él.

Compuse una corta historia para sintetizar el concepto detrás de mi muestra.

Hacete dueño del lugar: transformá el espacio físico donde montarás tu muestra. Trabajá con la luz, la ambientación y el sonido para asegurar una dimensión especial en el encuentro que tu trabajo tendrá con tus seguidores. No te limites a colgar cuadros en paredes; sé creativo, y tratá de no invertir demasiado dinero en el camino.

Quise que mi muestra sea algo trashy, por lo que compré unas 200 cajas de pizza y recolecté vasos descartables de Starbucks sobre los cuales intervenir. La gente estaba chocha.

Pedí ayuda: esta es la parte más mágica del detrás de escena: trabajá con tus amigos, pedí ayuda y opiniones, pedí cosas prestadas, divertite trabajando junto con otra gente. Siempre sé agradecido y, una vez más, disfrutá el proceso.

Mundokartoon me prestó su casa, sus oídos y sus consejos significando una ayuda indispensable a lo largo de todo el camino.

Promocioná y sé feliz: asegurate que la gente que querés esté en tu muestra efectivamente vaya a poder asistir a tu muestra. Reprogramá todo en caso que esas personas especiales no puedan estar. Invitá a extraños. Sé acogedor. Regalá pedazos de tu trabajo. Tomá vino y disfruta de ese escenario. Estoy seguro de que no darás vuelta atrás. Cuando todo haya terminado, seguramente ya te encontrarás pensando en qué próxima acción harás en el mundo real.

No quise que nadie quedase afuera de mi fiesta, por lo que incluso mis seguidores lejanos también pudieron participar de mi muestra.

Sé que nada de lo que escribí es nuevo para aquellos instagrammers que han pasado ya años organizando su propias muestras o colaborando con las exhibiciones de amigos. Pero también sé que existen muchas personas que tienen un trabajo increíble montado online y a esos quiero decirles una vez más: tus cosas necesitan encontrarse con la gente en el mundo real, en nuestra dimensión. Este mensaje es para ustedes. Permaneceré aquí esperando prontas invitaciones!

Conocé mis referencias en Instagram: Gojoa, Azul Portillo, Adam JK, Stanley Donwood, Justin Bieber, Lana del Rey, Mundokartoon. Soy themaninh, ha sido un gusto!

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Martín Hoare

Hey! Soy Martín. Acompaño a las marcas a vivir en el tiempo. Acá mis top interests: branding, creative & art direction, people experience, education. Los tuyos?